sábado, 23 de julio de 2011

¿Qué canción no se va de tu cabeza?

Aprovechando el largo feriado por las fiestas de nuestra querida Perla, me armé de valor y casi 8 meses después me he relanzado al ruedo. Y en este espacio me he propuesto, sin volverlo una confesión, compartir una vez más algo que pasa sobre mi cabeza y sus alrededores con el atenuante de que quiero dejar esta vez un margen para saber su pensar respecto a la pregunta que titula esta entrada. (Nada como un tema "triviocursi" para evaluar el rating de este espacio)

Estudié muchos años en un conservatorio y conocí la música de un modo un tanto más profundo que una buena mayoría. Aunque mi nivel de virtuosismo y percepción no llegó al nivel de algunos compañeros, que en honor a la verdad, eran muy brillantes; me alcanzó para aprender, valorar, criticar y sentir todo lo que este mundo tiene. También me alcanzó para componer "La Pasión", música de fondo en La menor de la lectura de la Pasíon de Cristo durante una misa de Viernes Santo en un encuentro OPA y que tuvo un porcentaje de plagio de una cancíón de entrada de una serie animada que, para evitar demandas, no diré su nombre, y también para hacer varios arreglos a 4 cuerdas de canciones como Pescador de Hombres, A no desesperar y Vaso Nuevo (cuyas coherencias armónicas y contrapuntísticas no han sido corroboradas del todo por un experto, aunque suenan bien) Mis fuentes de inspiración parecen ser un poco medievales, pero válidas en todo caso.

Lo que más valoro de mis años de aprendiz de músico es el haber conocido el arte más de cerca y también a formarme un criterio respecto a ello que en parte creo que ha dado pie a formarme las ideas que tengo sobre todo lo que pasa, no solo del arte sino de todo lo demás. La música me volvió crítico. Y en ese sentido le debo mucho a ella, y a mis padres que me obligaron a estudiarla.

Así que desde que empezó mi trajín por estos lares de las bellas artes siempre me he fijado en todos los géneros, despegando desde lo conservador que puede resultar a algunos la música clásica, pasando por la música incidental de las películas, escuchando atento a las tendencias, folclores y hasta sonidos naturales, aterrizando ahora en la cultura moderna: El rock, los ritmos latinos, el pop y el reguetón. He arrastrado muchos sonidos, acordes, armonías, escalas, solos y ritmos, llevo conmigo muchas canciones por muchos momentos. Todos lo hacemos ¿verdad? Todos relacionamos una canción con un episodio feliz, lleno de júbilo o triste, lleno de soledad y amargura.

Se me ocurrió despertarme con música esta semana, esta sonó al inicio, sin que me diera cuenta, en realidad había programado otra. No está llena de virtuosismo, de músicos habilidosos ni una voz dotada de liricismo. Pero es la que sonó y ahora que escribo en silencio es la que se pasea en mi cabeza e inunda los alrededores, al menos los más cercanos. Se repiten con más insistencia, sin saber porqué, ciertas líneas.

"Everyone of us is scared, everyone of us is hurt, everyone of us has hope... For you"
(Cada uno de nosotros está asustado, cada uno de nosotros esta herido, cada uno de nosotros tiene esperanza... Por ti)

¿Qué canción te mueve? ¿Hay una que te define?
¿Qué canción no se va de tu cabeza?

COLDPLAY - FOR YOU


viernes, 24 de diciembre de 2010

Es Navidad. Hablemos de Jesús.

Los que me conocen saben que no he sido muy aprehensivo respecto a la onda pop. No quiero quedar como un tipo intelectualoide, reacio a ser parte de la masa y con tendencia a elegir lo contrario a lo que el común denominador sugereriría, pero ¿Qué puedo decir? Las canciones de Juanes son todas iguales y la moda es más moda mientras más barata y más cóMODA sea.

De cualquier manera no entrar en la onda pop creo que es algo malo, o por lo menos se puede intuir algún vicio. Dejando de lado el hecho de que en una reunión social uno no puede aportar mayor cosa porque en términos generales uno no tiene ni idea de lo que se habla creo que ser "Popper" (¿Alguien sabe el gentilicio de la tribu urbana POP?) te abre los sentidos a comprender el mundo a fijarte más en él, talvez no de la manera correcta pero de que se fijan más, lo hacen.

Para mis amigos poperos, es lo mejor que pude hacer por defenderlos, lo siento.

Tras la lupa pop, desafortunadamente, cosas no solo como la música, la literatura o el arte en general, se despojan de todo detalle y análisis. Y Para no ahondar en cosas que bien podrían ser tema de otro post, con pena debo decir que han llegado tan lejos que hasta han despojado a algo tan sublime como la Navidad de su significado. Y debo reconocer que en eso han tenido más tenacidad que los cristianos haciendo fuerza por lo contrario.

Creo que es bonito y confortante que al menos un día al año la gente se reúna y conversen, se rían, beban y gocen entre todos, que vean cuánto crecieron los niños y cuánto envejecieron los otros. Aún así hay algo que falta. Y sucede que al día siguiente todo vuelve a ser como antes en la gran mayoría de casos. ¿Porqué?

¿Talvez porque el árbol de pino no tiene las suficientes bolitas? ¿Será porque no tenemos chimeneas en Guayaquil? ¿Será talvez porque el pesebre de nuestra casa no es igual al de Belén sino al del Polo Norte? ¿Será que no entendimos el mensaje de la navidad, o sea el "Jo jo jo"?

¿Porqué los Cristianos Católicos, y los otros también, permitimos esto? El verdadero protagonista de la Navidad es JESÚS, el que todos esperaban que naciera, el que vino con el mensaje, ¡Él!. Pero como es más fácil dar un regalo que un mensaje sincero de fé, Papá Noel tomó su lugar. Como es más fácil comerse el pavo que sentarse a reflexionar, Papá Noel tomó su lugar. ¿Cómo dejamos que pase? ¿Porqué reducimos la fe a los adornos de rojo y verde? No puedo creer que nos identifiquemos con los muñecos de nieve y los trineos y las películas, que muy bonitos y todo no son nuestra fé ¿Es que acaso olvidamos lo que creemos? La onda pop nos propuso eso hace mucho tiempo y nosotros lo aceptamos así sin más como tantas cosas sin preguntar sin reflexionar, solo tomamos lo que nos dieron, y en el camino botamos nuestra creencia, nuestra fe, lo botamos a Él. ¿Se preguntan si por esto la Navidad nos dura tan poco?

¿Jesús tuvo la culpa por no traer un juguete, algo que combine con los zapatos o que sirva para hacer algo? ¿Tuvo la culpa solo por traer vida y en abundancia? El Salvador nació en un pesebre, no había adornos ni regalos, había un mensaje, el de amor. Creo que cambiar todo eso por el árbol de un viejo es crucificar dos veces al Señor meses antes de la Semana Santa.

Quiero dejar en claro mi rechazo a esta forma en que una vez más traicionamos lo que creemos, mi rechazo a nuestra falta de coherencia que llega hasta cosas como esta en que traicionamos a nuestro propio Maestro, Dios y Salvador y junto con Él todos nuestros valores. PERO NO TODO ES CRÍTICA, este preámbulo largo en el que quise reflexionar (la Navidad para mí, pese a discrepancias con algunos, es un tiempo de reflexión más que de celebración) me ha dado pie a rendir un homenaje primero a nuestro Señor, la razón de estas fechas, y luego a todos sus seguidores:

Al que abrazó a su hijo y a su esposa y conversaron y rieron como la Sagrada Familia, al que se reconcilió y oró junto con ese familiar o amigo con el que se peleó mucho tiempo atrás, a los que juntos fueron a misa y al salir se sintieron diferentes, al que se dio cuenta de que su vida no estaba bien encaminada y orando hizo un propósito firme de cambiar y ser mejor, al que se dio cuenta de que el regalo sin amor no vale de nada, a los que salieron a la calle y alegraron a los niños de la calle, a los ancianos del asilo, a los enfermos del hospital, que ni siquiera piensan que en ese momento fueron más poderosos que nunca porque se volvieron Dios y porque vieron a Dios en el otro y que por eso hubo un lazo tan grande que decidieron no volver a la siguiente Nochebuena sino al siguiente día. A todos ellos que un día como hoy vieron tanta generosidad que no se pudieron contener y decidieron que su vida a partir de entonces solo sería para eso y lo dejaron todo y regalaron todo, pero al final fueron los que más recibieron. A todos esos que hicieron de su corazón un pesebre más para que Jesús nazca y marque su vida, a todos los que hacen la Navidad una cosa de renacer día a día, a todos ellos y a ti también les envío un grande abrazo, les rindo un gran homenaje y les extiendo mi más sincero sentimiento de admiración y respeto.

Para todos ustedes, felices fiestas. Que El Señor nazca en sus corazones hoy y todos los días.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Retrato de una obsesión

No eran los mejores momentos. Fueron de esos días donde el desencanto hacía huella más honda al menor rasguño. Todos los han tenido. Todos los tienen, en la volatilidad, en mayor o menor medida, de las emociones humanas, los vaivenes del estado de ánimo juegan bromas pesadas. Pasan cosas. Pasan personas. Aunque en días como esos no lo parezca así, es sano pensar que el tiempo también pasa, tanto o más rápido que lo demás. Y claro, los desaires siempre son efecto de cosas entre personas a lo largo de un tiempo; la tarea es hacer que pasen rápido, que se vayan, no tenerlos a la vista, no saber si quiera de su desaparición.

Con el desequilibrio químico cerebral y la consecuente carga emocional saturada, urgido de centrar mi mente y mi atención en otras cosas, comprobé lo que muchos piensan: Que en los momentos de tristeza somos más sensibles o más perceptivos. Me senté a ver una película, estaba solo. Cuatro paredes, un lugar donde no daba el sol, sólo éramos la caja negra y yo. La misma caja que desprecié por ofrecerme tan poco ese día fue como una salvadora temporal. Era sólo una película. Pero qué película.

El principio, no tenía el suspenso que deja la sensación de vértigo acompañado de ese nudo en el estómago o corazón mientras intentamos suponer lo que va a pasar. Todo se desarrollaba de una forma tan lineal, quieta, que yo visto en un espejo al momento que veía la película podría parecer pasmado, perplejo pero en realidad ese rostro tan solo sería la reacción directa de algo que no provoca nada, y aunque parezca irónico, percibí a tiempo que ese era el objetivo: Motrar que en la vida del personaje no pasaba nada. Siendo más bien un momento en que debía ser una persona inquieta y atraida por los estruendos de una película de acción, de trama complicada, en donde los personajes interactúan de tal forma que la velocidad de los sucesos recarga la mente pero a la vez suprime los detalles o los menosprecia, siendo un momento para ver algo que se pueda beber de un trago, algo como un bombardeo de forma que en el fondo lleva poco, donde no haya que sentir ni pensar. Siendo un momento así, me encontré con esta especie de galería de arte pero que pasaba a varios cuadros por segundo (solo unos pocos, aún no tengo un plasma) que por el momento de vida que pasaba me hizo apreciarlo más.

Los detalles eran bien logrados. Era sobre la soledad. Pero sobre esa que de doler tanto uno se acostumbra y se vuelve extraño. De esa soledad personal que a veces ni la notamos. ¿No la han sentido? Es esa que poco a poco va degenerando. Y pensamos cosas. Y fantaseamos. Y nos alegramos de nuestra propia fantasía, y cuando viene la peor parte, cuando tenemos que dejarla, nos entristece, aunque no sea real. Es extraño. A pesar de ser de nuestra imaginación nos desencantamos cuando se pierde, nos sorprende como algo imprevisible. En la película esta parte no impacta, más bien cala poco a poco, pero llega igual de profundo, de cierta manera alumbró algo por dentro, talvez porque estaba solo en ese momento. Estaba solo.

Me sorprende que en hora y media es posible mostrar cómo alguien construye su mundo ideal por años y cómo se desvanece en poco tiempo. Una actuación bien pulida me mostraba caras que yo mismo había hecho. En verdad afectaba. Sonrisas tibias. Rostro inexpresivo. Gestos tímidos. Colores inhumanos, a veces muy barrocos y a veces muy opacos. El mundo real parecía lo contrario, como una escenografía de Kubrick que esta vez hacía sentido, talvez por la atmósfera irreal que ante mí  aparecía. (Efectivamente el director es confeso admirador del fallecido cineasta)

El desenlace no tiene sangre. No tiene lágrimas, pero el final es triste. Es una resignación a no tener nada, o a tener que conformarse con poco, conformarse solo, sin nadie y con la tristeza de ya no querer lo mismo pero asimismo la desesperanza de no poder si quiera imaginarse siendo diferente, siendo feliz. Así que vuelve a lo que tiene, vuelve a la imaginación. Por eso es triste. Uno siempre espera que al final las cosas sean diferentes, que pasen muchas cosas y que eso cambie todo, no obstante, volvió igual como empezó y lo nota y nos lo enseña, y lo entendí así. Me llegó. Es triste que más allá de nuestra imaginación hayan cosas que no encontremos la manera de cambiarlas.

Es un final previsible. El guión entero lo era, me atrevería a decir. Pero es una obra de arte sobre la soledad. Sobre esa que de doler tanto uno se acostumbra y se vuelve extraño.

Mientras veía los créditos escuchaba atentamente la música, fue algo como si el autor quería garantizarse que el mensaje llegara por completo. Que si no sintieron a través de las imágenes, la música les tatuara el contenido y los hiciera sentir a la fuerza todo el bagaje emocional que traía, que si no sentían la trama con el trasfondo dejarían esta obra como una película cursi con pretenciones desaforadamente más irreales que las imaginaciones del personaje principal. Una herramienta de última instancia de que su mensaje sea bien entendido. Para mí resume toda la película. En cada arpegio de la caja de música algún eco de Sy, o hasta de mí mismo en esos días, me trae. Me conmueve el principio taciturno, un desarrollo que avecina algo de esperanza, una paulatina caída hacia una posa de deshaucio para volver a la misma cadencia inexpresiva del comienzo. Un gran tema. Tanto así que escribí todo esto mientras escuchaba varias veces la misma canción. Me traía a la película, a sus personajes, a su entorno.



Estaba contento porque la vi con mis propios ojos, sin que nadie me la cuente. Porque percibí cosas que en otro tiempo no lo hubiera hecho. Es lo bonito de ver algo bueno y apreciarlo como un atardecer, una sinfonía o una chilena. Me preguntaba si la hubiera disfrutado igual si la hubiera visto en otro tiempo. Es difícil saber, es difícil imaginarlo. Pero ya volviendo a la vida en sí, me di cuenta que es una película, que me movió la atención y que en cierta manera me produjo alegría, por alejarme de todo lo malo que estaba pensando, pero de todos modos esas alegrías dentro de las tristezas duran poco, seguía solo. Así que recordando la película y a riesgo de quedar así, llamé a los camaradas. Y sin mayores explicaciones bebimos hasta emborracharnos. Bebimos hasta emborrachar la soledad.

"Sy's theme" OST One Hour Photo (Retrato de una obsesión)

martes, 9 de noviembre de 2010

Poeta o trovador

En algún momento, hace algunos años, alguien me inspiró lo que en dos o tres párrafos después de este les mostraré. En lo personal no me gusta la poesía, a veces pienso que son frases forzadas en llegar a una métrica y obligadas a desembocar en una bonita consonancia. Por otro lado la poesía disonante y sin simetría me parece solo eso: Algo disonante y asimétrico, cualquier cosa, un accidente que busca esa frase que justifique un boceto de tinta y letras que redunde en describir una situación cuyo significado quedará en la mente sicotrópica de algún desempleado oficiado de escritor.

En realidad estoy exagerando un poco. Quizá por buscar una razón lógica para explicar mi apatía por la poesía. Para mí es muy difícil inspirarme de esa forma. Pero aún así, como a mi entender usualmente pasa con las personas, también soy de los que admiran a los que hacen cosas que yo no puedo. Y me encuentro en este segundo párrafo admitiendo que en el fondo soy un poeta frustrado también. Sí, lo admito. Como el que lava los platos en la casa y dice "¿Y qué?" Solo que con un poco más de dignidad y amor propio.

Solo que ese día, cuando escribí estos versos que ya vienen, me dije "¿Qué tan difícil puede ser?" Y acaeció que tuve una muy buena inspiración (cosa que les dejaré a su imaginación adivinar lo que fue) y algo de tiempo libre que por esos días era muy poco. Hasta hoy solo se lo había mostrado a una persona y le gustó tanto que se animó a mostrarme unos versos muy profundos que ella había hecho. Al final, quedé complacido. La poesía no estuvo en lo que hice, la poesía no estuvo en lo que hizo, la poesía estuvo en lo que hicimos: Compartirla.

No vengo desde el suburbio refundido
sí soy un inconforme con lo obrado
me formaron apasionado por lo profundo
sacrificado aunque no tan fecundo
así que acudo cada noche herrada
a entender el misterio, el enigma
de lo que encierra ella, tan lejana
que es ideal, es luz y paradigma

Yo voy a ti pensando que está ahí
¿habrías sabido que esto iba a pasar
cuando insurrecto te sentaste a escribir?
que vendría alguien a querer amar
a través de tus versos...

No sé como darle una canción
o si hablarle de Playa Girón
mostrarme artista o pensador
Dime si ser poeta o trovador

De tu estela prodigiosa sigue a lado
para forjar su arte bien labrado
de hitos e ideologías anhelantes
más revolucionarias que de amantes

Si tu Unicornio está en algún lugar
en ese limbo mis palabras con él están
esas que de mi cabeza se vuelan
por la senda que une cielo y tierra
y no vuelven para llevarme a ella

¿Pensará en mí cuando está contigo?
Aunque sea como un espejo de su pensar
como el que de la libertad es hijo
o solo como un loco que quiere amar

No sé como darle una canción
o si hablarle de Playa Girón
mostrarme artista o pensador
Dime Silvio si ser poeta o trovador

domingo, 7 de noviembre de 2010

Los canillitas

El 7 de Noviembre de 1910 murió el dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez creador de la obra teatral "Canillita" Un sainete, una obra corta de carácter jocosa, que trataba de un pobre chiquillo de piernas flacas, Canillita, que vendía el diario voceando las últimas noticias. Tuvo mucho éxito desde su estreno (1903) y tanto así que algunos años después de la muerte por tuberculosis de su autor se declaró el 7 de Noviembre como día del Canillita, o sea del vendedor de periódicos, en Argentina.

No sabía nada de la procedencia de este nombre. Y por coincidencia cayó 7 de noviembre el tiempo en que quise escribir esto (es posible que los perros hawainos con herpes canina también celebran hoy "su día"). Aún así les hago algo de historia antes de entrar al punto.

¿Porqué después de más de 100 años que nacieron los canillitas la gente sigue relacionando este trabajo, digno como todos, con niños de entre 5 y 15 años que trabajan sin pensar en las implicaciones que tiene y por lo tanto sin sentir ningún pesar, decepción ni reparo si quiera al referirse a estos muchachos?

Ya hicimos algo de historia en el primer párrafo, hagamos algo de presente en tiempo y en espacio también.

Alejémonos del estereotipo norteamericano de lo que es un canillita: El niño al que sus padres le niegan la mesada para que aprenda a hacerse hombre buscando un pequeño trabajo de cuarto de tiempo repartiendo el periódico en el vecindario en su bicicleta "Chopper" con canastilla. Un cuadro típico de películas infantiles que se repetía varias veces en filmes de entre los 60, 70 y 80's. Si me preguntan a mí es algo tan real como el Señor de los Anillos peleando contra Harry Potter en la misma película filmada en el Estero Salado.

Dejando a un lado la ternura de nuestro "pobre" chico que al final del verano se compró su patineta con lo que ahorró, todo esto mientras salen los créditos. Salgamos del cine y veamos cómo son "nuestros canillitas".

Niños (de entrada vamos mal) que no van a la escuela, que no juegan, pero que trabajan para mantener a su familia o a algún mafioso que los trafica. Siendo la fuerza de ventas de los grandes medios de comunicación escritos, y esto por Dios espero que entiendan que realmente lo son (que si alguien me sale con que compra el periódico en el mall o bajo cotización enviada por mail por la oficina de ventas, me declaro loco y lo despabilo con un desfibrilador) ganan sueldos miserables que no constan en el rol de pagos, por tanto no son afiliados al seguro social. No entremos a especular si son maltratados por los padres a los que la pobreza arrastrada por generaciones les ha quitado la autoestima, los valores y hasta el sentido común.

Hay un grupo de benefactor grande acá en Guayaquil que promociona la lotería nacional (Una lotería Nacional que solo se maneja desde Guayaquill... Eso bien podría ser otro tema, no nos desviemos) y tenían a un personaje llamado "Guachito" (Wachito, diminutivo criollo para Washington) que era un niño que vendía lotería y con eso hacían sus campañas publicitarias queriéndonos inspirar ternura para comprar los billetes que se llaman guachitos. En resumidas cuentas una porquería, una basura publicitaria, una total deshumanización, algo que hablaba muy pobre del alma de los que manejaban esa institución. Aunque siguen tratando mal a sus vendedores, insisto, su fuerza de ventas (y si no entienden piensen en el desfibrilador), por lo menos algo entendieron y veo que han dejado esa patanada comercial.

Y los diarios también usan a estos chicos, los tratan igual, los independientes y los dependientes. Vean las fotos, pero quiero centrarme en el que de verdad me motivó a escribir esta entrada.

Hay un diario que parece no captar, que valora más un eslogan marquetero que se volvió cotidiano, que nadie lo objeta, que parece normal: Un niño que grita el nombre de ese periódico dos veces al final de la propaganda. Ese es el canillita, el niño de la calle, el que con horror en un programa de televisión lo mostraron como parte de la cultura popular, como algo que la gente permite que pase y que no reclama al respecto, ni se interesa, ni se conmueve, que lo ve igual tanto en persona como si estuviera a través del cristal de un televisor como personaje de película familiar norteamericana, y lo auspician, los reconocen como parte de la ciudad igual que El Malecón o El Barrio "Las Peñas". Y Reconocen al diario al escuchar esa cuña putrefacta, y le dan el título del el mayor de todos. No nos hemos dado cuenta que el título principal no es el que está en la primera página del diario sino en la cara de el que nos vende el diario.

De seguro dirán que se trata solo de una publicidad. Talvez quiten la publicidad algún día y nada cambie a más de eso. Pero no se trata de ponerla o no, estamos hablando de la ligereza con que se maneja algo tan delicado como el trabajo infantil. Qué puedo esperar de la calidad moral de la gente que me informa si manejan cosas tan básicas como los canillitas de una manera tan vil y carente de sentido humano. Nosotros mismos no caigamos en estas cosas. Somos mejores que eso. Somos más que víctimas del marketing puerco y usurero. Pensemos, opinemos, debatamos, censuremos, participemos.

Desde aquí un saludo a aquellos niños, con caras y nombres. Una censura a sus explotadores. Un llamado de atención a todos.

Suerte!!!

Fabro

Bienvenidos

Gracias por apoyar este nuevo proyecto.

Bienvenidos a "EL SER, EL VICIO, LO SOCIAL", una mirada a la gente, sus costumbres y el medio que nos rodea. Soy un escritor formado por mi cuenta, de momento encontrarán muchas tendencias al leerme pero espero que en el seguimiento sean testigos de un cambio y una convergencia a un solo estilo, gracias por su apoyo y siéntanse libres de comentar sus opiniones.

Tengo 25 años. Ingeniero Civil. Entre los números, la música y la historia también hubo espacio para leer mucha literatura, talvez no la suficiente, pese a ello, y pensando que "aquel que se dedica a tomar todo (leer) no puede no dejar nada (escribir)", he decidido abrir este espacio y hacer caso a la segunda proposición de la frase anterior para que ustedes tomen también un poco y me así me dejan algo también.

Estoy muy influenciado por escritores como Kafka, Sábato, Twain y un blogger de apellido Mancusi. Los dos primeros marcadamente diferentes a los dos segundos, veremos qué sale de toda una mezcla de pesimismo, nostalgia, picardía e informalidad hilarante. Realmente disfruto de todos ellos.

Me gusta la ingeniería, me gusta la literatura, la historia, prometo algo de cultura pop, pero así mismo no alejarme de las temáticas realmente importantes.


"EL SER, EL VICIO, LO SOCIAL" es mi espacio, es algo de lo que soy, confieso que no todo porque es mi compulsión siempre guardarme un poco, protegerme. Pero lo que comparto lo doy sin reserva. Lean, comenten, opinen, juzguen, disfruten.

Suerte!!!

Fabro